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La Liturgia Cotidiana de diciembre

II Las Buenas Relaciones

II Las Buenas Relaciones

San Pablo Argentina |

Calidad de Vida, tercera edad

El molino de agua fisiológico

Un hermoso día de primavera, el sonido de los pájaros, como una invitación a disfrutar hacia el atardecer. Eran los pensamientos de Bruno cuando iba a la cocina a tomar el desayuno, aunque el prefería el invierno con la lluvia como bendición, la cocina a leña encendida con un té o una hierba sacada de su pequeño jardín.

-Bruno: Buen día mi amor, ¿y mamá?

-Delfina: Buen día mi amor, no sé nada de ella, espero que este bien

-Bruno: ¿hay algún problema?

Delfina: No. Tú sabes que no, pero hay algo que me incomoda. La mirada de queja constante, por una y otra cosa, sobre todo por los achaques de salud. Parece que siempre algo le duele.

-Bruno: Mi amor, comprendo ¿es un problema que este aquí con nosotros unos días?

Delfina: Para nada, cocina rico, hace unos queques únicos, salimos cuando se siente bien, pero me gustaría poder decirle cosas de su salud que merecen ser evaluadas. Me callo para no romper nuestra relación y piense que no la queremos.

Bruno: Gracias mi amor hoy daré un paseo por el molino de Don Alfredo.

A Bruno les gustaban los desayunos con huevos, esos de yema roja. Estaba en eso cuando entra su mamá, una mujer de estatura erguida, de tez blanca, ojos claros, pelo canoso bien cuidado, un vestido hermoso, un pañuelo al cuello, toque de feminidad. La Señora Isidora, viuda hace unos veinte años, visitaba a sus hijos en forma reiterada.

Isidora: Hola Brunito tú, y tus huevos, te van hacer mal, no has visto los matinales.

Bruno: Hola mamá, tengo todo listo en la canasta, me gustaría que me acompañes a dar un paseo.

Isidora: ¡a esta hora!! tan temprano! no dormí bien, me duele todo el cuerpo, no te olvides que me tengo que tomar mis pastillas cada cuatro horas.

Bruno: mamá tantas pastillas ¿para qué son?

Isidora: una para la masa muscular, hipotermia accidental dice el médico, otras para el asma, otras para dormir, de vez en cuando para la digestión, cuando me siento mal, mi vecina me da una para la presión, también me dio una para la memoria, sin contar las que tomo cuando no tengo hambre, para el apetito.

Bruno sin decir nada se encuentra con la mirada de su esposa, sale de la cocina vuelve con un abrigo suave y un sombrero, con una mano, toma del brazo a su mamá, con la otra el canasto, la mamá de Bruno tenía ganas de reclamar, pero confiaba en su hijo, se despidió de delfina, juntos caminaron hacia su destino.

La caminata no fue larga, Bruno recordaba cuando su mamá lo llevaba de paseo, ahora el, la llevaba sin apuro.

Llegaron al molino de Don Alfredo, acomodo una mesita con dos sillas, junto al molino, saco el mantel y las cosas que traía en la canasta, la Señora Isidora estaba contenta por el lugar escogido, pero más por estar con su hijo, hablaron de varias cosas,

Bruno: ¿mamá que te parece el lugar?

Isidora: lindo, me siento en paz, me gusta el molino, me acuerdo que vinimos varias veces con tu papá, mira y sigue funcionando.

Bruno: Así es mamá, escuchas como gruje el eje, la madera ha tenido que ser cambiada en varias ocasiones, por el tiempo y su trabajo en contacto con el agua.

Isidora: El ruido del eje, es música para mí, parece tonto ¿será por los recuerdos?

Bruno: Este molino aparte de recuerdo, es de gran valor, por todo lo que aporto, dio mucha vida, en los riegos de frutas, hortalizas, árboles frutales, agua para aves peregrinas, etc.

Isidora: Cierto hijo, no me había detenido en eso, pero lo encuentro algo desgatado, le hace falta una reparación.

Bruno: Este el molino por años es de Don Alfredo, creo que nació con el molino, el desgaste es normal, por el tiempo tiene cosas que se pudieran reparar y creo que otras no, si es así Cristian su hijo, si lo cree conveniente lo hará, talvez le sea más conveniente hacer otro molino, o se dedicara a otras cosas, mamá tú sabes que los hijos tienen una mirada de la vida distintas de los padres.

 Mamá: Tiene razón este es el molino de Don Alfredo, si hacen otro molino este será del joven Cristian, sino no este quedará como recuerdo de buenos tiempos.

Bruno: Para evaluar el molino, debe venir un experto, el dirá, cual es la pintura, madera, todo lo importante para su funcionamiento, uno podría dar soluciones de parche

La mamá de bruno se quedó pensativa, parece que su hijo la trajo aquí por algo, eran una mujer, que podía ver los acontecimientos de la vida sin dificultad, el molino y yo pensó, su deterioro y mi parte fisiológica, mi mirada sin agua de vida, como cruje el molino, es como mi ruido de queja, el molino dio vida, eso me gusta pensó, igual que yo.

Isidora tomo él te en silencio, Bruno no interrumpió, él sabía que el aprendizaje esta también en el silencio, Isidora se para, extiende los brazos a su hijo amado, él se levanta, la abraza, ella con los ojos empañado, el con una sonrisa de amor y el molino girando dando vida.

Bruno tomo del brazo a su mamá tuvieron en una profunda conversación de calidad de vida y molino como testigo.  

 Bruno dejo a su mama con su esposa, le habían encargado harina tostada, para una receta familiar, su mamá y su esposa conversaban alegremente, su mamá le conto a Delfina que antes de venirse del molino, Bruno tomo un pequeño tiesto, saco agua del molino y me mojo, yo gritaba, después se rieron no te le quita lo pelusa le dijo, desde la puerta  Bruno les dijo ,  sin dejar de reírse mamá, lo hice para que no te olvides que hoy el molino te dio agua de vida, mirada florecida, Delfina le dijo a su suegra, por eso amo a su hijo, no se le quita lo travieso, a veces es hasta inoportuno, solo a veces.

 El almacén atrapado en el tiempo

Bruno llego al almacén de don Tino, miro el espejo sin detenerse, aquí seguro habrá harina tostada, lo atendieron bien como siempre, con una poruña sacaron la harina tostada y la pesaron en una pesa mecánica, al pagar una máquina registradora antigua, marco la cantidad.

Cuando se iba, se acerca Don Tino con una cotona azul desgastado, Tino descendiente de italiano, chileno de nacimiento ,con rasgos claro de su ascendencia, el negocio lo inicio su abuelo, lo siguió su padre, ahora el acompañado de su hermano.

Tino: Bruno tiene un tiempo, esperaba verte por aquí para conversar de algo importante, no me atrevía ir a verte.

Bruno: Si tengo tiempo, en la tarde me encontrare con una persona, ahora no hay inconveniente.

Tino, Le pidió que lo acompañara, a su oficina, esta tenía un escritorio antiguo, unas repisas con muchas carpetas, y algunas cajas selladas, una cocinilla con una tetera, en la muralla unos cuadros de muy buen gusto, le ofreció un café con galletas

Tino: Hace algún tiempo, que me cuesta concentrarme, viene un cliente me pide algo, voy a buscarlo y en el trayecto me quedo parado y no sé qué me pidió, antes podía leer una lista de varios artículos y volvía con ellos sin que tuviera la lista amano

Bruno: Tino hay dos elementos que me nombra uno es la atención y otro es la memoria, vamos por parte ¿qué importancia tiene esto para usted?

Tino: Le quiero ser sincero porque nos conocemos hace mucho tiempo, creo que estoy viejo, y tengo miedo de que no podre seguir trabajando.

Bruno: ¿tendría problemas económicos si no sigue trabajando?

Tino: No, tenemos nuestros ahorros, hemos sido muy previsores, además nuestros hijos son profesionales, lo mejor son nuestros nietos.

Bruno: ¿cuál es su miedo, si su futuro, se ve bien, sin el negocio?

Tino: Que va ser de mí, en que voy a ocupar mi tiempo, toda una vida, trabajando detrás del mostrador, si dejo este negocio, siento que moriría pronto, ¿qué hare? No me veo viendo televisión o sentado en una reposera, mi vida no tendría sentido.

Bruno: Existe algún familiar o persona de confianza para seguir con el negocio.

Tino: Si, Dante el hijo de mi hermano, es un chico bueno, cariñoso, la gente lo quiere mucho.

Bruno: ¿porque no lo considera como una posibilidad? Tal vez sería una oportunidad para la nueva mirada.

Tino: Lo hemos conversado con mi hermano, lo único que los dos no estamos de acuerdo que Dante quiere tecnología, todo, pesas electrónicas, lectores de barras para la mercadería, computadores, y cuantas cosas más, hasta cámaras.

Bruno: Me ha nombrado otro elemento primero, la atención, luego la memoria y ahora la inteligencia.

Bruno Miro el hermoso cuadro en la muralla, era un paisaje al óleo el pintor un artista , pensó, al míralo más le gustaba, Tino le dijo ese cuadro es una fiel replica de la  cuidad de nuestros abuelos San Gimigno una ciudad antigua bajo el sol de la toscana, y este otro cuadro es de la Piazza della Cisterna, de la misma ciudad, cuando fui a Italia lo compre y se los traje de regalo a papá, estaba feliz cuando lo vio, me pregunto cuanto me habían costado, cuando le dije el valor, me dijo como se me ocurría gastar tanto dinero en un par de cuadro, que el dinero costaba mucho ganarlo para gastarlo en eso. Miré lo que es la vida, al tiempo lo puso ahí donde lo ve ahora, papá lo veía, varias veces me lo encontré con una mirada perdida en los cuadros, papá nunca fue a Italia, decía que era muy caro ir y para que ir, si acá lo tenía todo.

Bruno sin más le pidió otro café a Tino, y empezó a describir algunos conceptos teórico con ejemplos prácticos, de las inquietudes que Tino había relatado, el tiempo corrió sin darse cuenta era la hora de irse donde la Señora Marta, Bruno se para y le dijo, un par de cosa y la ultima una petición

La atención requiere concentración y alejar los detractores, la memoria se ejercita todos los días, la inteligencia no es conocimiento sino adaptación a los cambio, que resumen me ha dado a una conversación de más de dos horas, dijo Tino, aquí mi petición dijo Bruno, cuando Dante haga la renovación del negocio estoy muy interesado en comprar el espejo de la vitrina, una risa espontanea fue la respuesta de Tino, lo he visto desde el mostrador cuando mirabas el espejo, no tendrá mejor dueño que tú.

 Tino: Sea cual sea el futuro de este negocio, mañana le diré a mi hijo que me saque pasajes para Italia, quiero vivir la vida más allá que el bonito cuadro de papá.

Bruno:

Ese es el primer paso de una nueva mirada, aún hay tiempo para atreverse a cosas nuevas, que tendrán el foco en usted, tal vez, aprender a tocar un instrumento, curso de pintura, taller para jóvenes emprendedores, con su valiosa experiencia, viajar por este hermoso país.

Tino: Mire usted, no es el negocio, no es mi miedo a la muerte, ahora entiendo, es mi miedo, interno a perder mi rol de toda la vida.

Bruno: Por ahí va, la mirada, si usted quiere, no hay límites en los sueños, para recorrer mil kilómetros se parte con el primer paso.

Tino le dijo si el jueves, podría acompañarme a un almuerzo al club italiano, hay una ricas pastas, me gustaría acepto, dijo Bruno, nos vemos el jueves, el trato con un apretón de mano la sinceridad era evidente, Tino le dijo ¿ le molesta si invito a hermano? así retomamos la charla, me parece será un gusto, Bruno sale del almacén, se detiene en el espejo, era su sonrisa del espejo, que reflejaba su alegría.  

   

 

El tesoro de todos los tiempos

Bruno iba de prisa, como se había pasado el tiempo con Tino, cruzo frente a la iglesia, se veía a lo lejos a la señora Marta esperándolo en el banco de los secretos.

Buenas tarde Señora Marta, disculpe mi atraso, no se preocupe llegue antes le contesto ella, se sentaron en el banco de los secretos, Marta saco de una bolsa de papel con unas rosquillas, las hice para usted pruébela, Bruno se sirvió una, ricas inigualables, le dijo.

Bruno: ¿Cómo está usted Señora marta?

Marta: Bien de salud

Bruno: Que bien la última vez, la note algo especial

Marta: Corte con una rutina que no era buena, todos los días hablamos con unas amigas, las preguntas de siempre, ¿cuántas horas dormiste? ¿Cuánto tienes de presión? Mira yo tengo tanto, ten cuidado con los fríos, los calores te hacen mal porque la respiración se seca y te puedes refriar ¿cómo va el dolor de espalda? no hay que viajar si no hay un centro médico cerca.

Bruno: ¿por qué dice que no era buena?

Marta: bruno, Brunito, usted sabe y me lo pregunta, le diré, que detrás de cada pregunta, el miedo, la invalidez imaginaria, el remidió como problema, la libertad restringida, a una calidad de vida ausente, sin contar los costó económicos.

Bruno: Asertivo, cuénteme como está usted.

Marta: Me siento sola, mis amigas, al no hablar de achaques, se han alejado, mis hijos no me valoran, “mama eso no es así” usted conoce a mi marido Marcelo, tampoco me pone atención, le gusta leer, y me dice a todas mis inquietudes, no es para tanto, me siento sola.

Bruno: Ha recibido alguna invitación de familia, amigos, centro adulto mayor, o algo parecido.

Marta: Si, pero creo que algunas son por obligación y otras para llenar cupos.

Bruno: Familia que hay, cuénteme

Marta: Mi esposo me invita siempre a ver un partido y luego comer algo liviano, que hago en un partido, no entiendo nada, mi hija que la visite, vive en la costa, en  verano mucha gente, en invierno mucho frio, mi nieto tiene 6 años me llama todos los días, que lo visite, no tengo la salud de antes para estar con niños, mi prima, una vez a la semana me invita, no me gusta ir a su casa, parece casa piloto todo en su lugar, la hermana de mi mamá que tiene unos pocos años más que yo, siempre habla de cuando era chica, repertorio repetitivo.

Bruno: Amigos que pasa ahí.

Marta: Bueno a veces exagero no todas se han alejado, creo que yo, me alejado, el motivo siempre encuentro algo que no es como yo lo haría o diría y para que usted no me pregunte, le contare, me han invitado a yoga, gimnasia adulto mayor, baile entretenido, en la iglesia esa la que está al frente, a, talleres muchos donde elegir, tejido, bordado, crochet, peluquería, repostería, y varias cosas más, me llegan invitaciones de la caja y la municipalidad para viajes adulto mayor.

Bruno: Le gusta las artes.

Martas: El profe Gabriel que es actor, me invito a una obra, para un colegio, le gusto mi actuación y me pidió que, si quería seguir, para serle sincera me dio vergüenza, aparte de los alumnos estaba mi familia hasta Marcelo, no sé cómo se colaron.  

Bruno: Señora Marta, puede decirme cuantos limones ve, en ese árbol que está ahí.

Marta: Déjeme cambiarme los lentes, ahora sí, uno, dos……….6 si seis, segura

Bruno: bien son 6, entonces cuantos limones tiene el árbol

Marta: 6 le dije que el árbol tiene 6

 

 

Bruno: el árbol tiene 20 limones

Martas yo veo 6 usted me dijo que si ¿cómo es eso?

Bruno: Le explico, vengo seguido a esta plaza, forma parte de mi lugar de encuentro, por lo tanto, lo conozco bien, usted tiene razón y no la tiene, usted ve 6 por aquí y tiene 14, por el otro lado que usted no ve, pro lo tanto tiene 20 limones.

Marta: eso es trampa exclamo

Bruno: No, Señora Marta, en psicología se llama percepción, solo vemos desde nuestro lugar, en ocasiones influenciado con nuestra historia, existen imágenes con más de una figura, podemos ver una mientras que familias, amigos, pueden ver otras figuras en la primera mirada. Después de una observación detallada podríamos ver la imagen con todas las figuras.

Marta: Que tiene que ver, con la vida y mi soledad

Bruno: La mirada de la familia, es de percepción, usted ve una parte, de un detalle se generaliza, una acción, una conducta, hasta un sentimiento “no me llamo mi hija, ya no me quiere”” no me quedo rico el guiso, no lo hago más”

Marta: Entiendo ¿cómo entonces?

Bruno: Tratar de ver los limones que faltan, empatía, evidencia, no esperar el llamado, ir donde nace el llamado.

Marta: Que tarea

Bruno que es lo más valioso que tiene usted ahora,

Marta: Bueno, claro mi Marcelo, mis hijos, mis nietos, mi familia, mis amigos de hoy y los que estoy por conocer.

Bruno: Usted lo ha dicho este es mejor tesoro de todos los tiempos

Marta: si de todos los tiempos, le doy las gracias, le puedo pedir un favor, cierre los ojos por un momento hasta que le diga.

Paso un breve momento, Bruno con los ojos cerrado, Marta le dice sin abrir los ojos, dígame  cuantas rosquillas hay en la bolsa,  Bruno pensó 5 dijo, Marta le dijo 7 tres para usted dos, para Delfina y dos para su mamá, todas de distinto porte, ahora puede abrir los ojos, quiero que me diga cuantos limones tiene el árbol, 20 le dijo Bruno, está seguro responde Marta si muy seguro vengo seguido y sé que tiene 20, he aprendido dijo Marta que todo cambia sin que nos demos cuentas, si dijo Bruno, pero el árbol tiene 20 limones, Marta extiende su mano le muestra un limón, no tendrá 19, y los cambio ocurren cuando no hay atención,  cuando no se ve, o cuando las personas quieren sorprender, Bruno sonrió, por la lección aprendida, Marta le dio las gracias, se alejó un poco y se devolvió y le dijo lleve este limón  a casa para que recuerde que todas las personas no importa la edad somos maestro.

Un día para celebrar

Bruno entra a su casa, su esposa le pregunta, como le fue, bien le dice te traje la harina tostada y una rosquilla de la Señora Marta, te hare un resumen

1.-Lo fisiológico, es un deterioro normal a medida que pasan los años, puede asumirse con una mirada de victimización, o como una limitación, esta última mirada, llevara a las personas a disfrutar la vida con sus fortalezas aun presente.  

2.- Lo cognitivo

a.- La atención, requiere concentración en el inicio, mantención y cierre.

 La atención selectiva una sola acción

La atención dividida   más de una acción (caminar, comer, música, conversar)

b.- La memoria la capacidad para almacenar información, recordarla voluntariamente (como gestiono esta información, la guardo, como la relaciono con algo que me es familiar, será menos difícil recuperar, use su memoria todos los días con números, juegos visuales, recuerdo a corto plazo (recuerda que almorzó hace tres días)

3. - La Inteligencia    Es la capacidad de aprender a razonar, comprender        ideas, entender emociones, tomar decisiones, adaptarse a los cambios.

Delfina mira a bruno y le dice, pero esto es muy básico, así es mi amor, responde Bruno, todo está en los acontecimientos del día a día, saber la teoría no es importante, lo que sí, debes tomar como un desafío es, buscar y vivir sin importar la edad que diga tu certificado de nacimiento, es la edad te invita a reinventarte a disfrutar a tu ritmo, así lograras tu calidad de vida.

Delfina mira a Bruno y le dice cuento contigo para mi calidad de vida, él le dice, siempre por todo, lo que me que me quede de vida, se abrazan se juntan tres corazones, Bruno, Delfina e Isidora que estaba en la puerta en silencio.