JESÚS ES EL ALIMENTO IMPERECEDERO
El evangelio de hoy concentra una serie de temas esenciales en la vidade Jesús, como su identidad, su misión, su persona y la fe necesaria para
llegar a la vida con Dios. Jesús se encuentra seguido por una gran multitud
en las orillas del mar de Galilea, y su diálogo con Felipe y Andrés, es como
el prólogo al banquete que el Señor ofrecerá a quienes lo buscan y siguen.
Él inaugura el nuevo éxodo y el paso definitivo a la vida. Así, la travesía
del mar de Galilea recuerda y supera a la del mar Rojo. Es decir, el Señor se
posiciona como el líder que Dios concedió a la humanidad y que está por
sobre Moisés. Porque, será él quien los conducirá a la Pascua verdadera y
a la alianza definitiva. Una vez más, el Señor tiene compasión de quienes
lo buscan y quieren escucharlo, porque eran como ovejas sin pastor. Hoy
mucha gente está desorientada, perdida y buscando no solo el pan de cada
día, sino también el alimento que les dé sabiduría y sentido a sus vidas. Por
eso, Jesús, como buen maestro, enseña no solo la buena doctrina, sino lo
necesario y sabio para ser feliz.
Asimismo, en la escena evangélica del milagro de los panes y los peces,
pasa muy desapercibida la figura del muchacho, pero su presencia y ge-
La generosidad fue clave para que Jesús obrara el milagro. Por eso, todos
Los portentos realizados por Jesús requieren de la fe de quienes lo piden.
Este último requirió de la generosidad de aquel muchacho. En efecto, para
obtener el milagro de la propia conversión o del propio progreso espiritual
y humano, siempre se requiere generosidad. Igualmente, sucede cuando
Hay que ayudar al prójimo. Muchas veces, los cinco panes son, sin duda, una
representación de los talentos que Dios nos ha regalado. Solo en la medida
en que los demás con generosidad fructificarán todo cuanto pueden.
P. Fredy Peña Tobar, ssp