P. Hernando Jaramillo Osorio, SSP

   La Iglesia desde sus inicios es misionera: "serán mis testigos em jesuralén, en toda Judea, en Samaría y hasta los confines de la tierra" (Hech 1,8). Este es el tema de la Jornada Mundial de las Misiones 2022, que viene muy oportunamente a recordar que existen muchas zonas donde no se conoce el Evangelio o donde ese anuncio es eclipsado por otras luces.

   En ese contexto, cómo no evocar desde La Liturgia Cotidiana el desafío de la evangelización digital. El papa Francisco explica por qué es un desafío: se trata de hacer "descubrir, también a través de los medios de comunicación social, además del encuentro personal, la belleza de todo lo que constituye el fundamento de nuestro camino y de nuestra vida, la belleza de la fe, la belleza del encuentro con Cristo".

   Nos dice también el Papa: "La misión evangelizadora en la que todo bautizado está llamado a comprometerse, al abordar el continente digital debe saber que ya no se trata solamente de usar instrumentos de comunicación, sino de vivir en una cultura ampliamente digitalizada, que afecta de modo muy profundo la noción de tiempo y de espacio, la percepción de uno mismo, de los demás y del mundo, el modo de comunicar, de aprender, de informarse, de entrar en relación con los demás".

   Existen muchas iniciativas católicas en el campo de la comunicación, proyectos valiosos que aportan su grano de arena para llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra. Sin embargo, hay también un universo de posibilidades para ser testigos en las plataformas digitales, para hablar de todo de una manera cristiana y generar, desde la base misma de la Palabra de Dios y de la doctrina de la Iglesia, opiniones claras frente a la multiplicidad de razonamientos que suelen vehicular las redes.

   El beato Santiago Alberione, fundador de la familia paulina, no temía hablar desde inicios del siglo XX de oponer "medio a medio, organización a organización, para hacer penetrar el Evangelio en las masas". es urgente ayudar a fijar una posición católica autorizada frente a las tantas dudas que hacen tambalear la fe de los sencillos en nuestra sociedad postmoderna.

   Que el Domund 2022 sea una oportunidad privilegiada para que muchos católicos apoyen más abiertamente la misión en la cultura de la comunicación y se animen a dar testimonio de su fe en ese gran entramado que representa el continente digital.

                                                                                                                                                                                              P. Hernando Jaramillo Osorio, SSP