P. Luis Alarcón. Pía Sociedad de San Cayetano

Muchos jóvenes que están discerniendo la voluntad de Dios para sus vidas en seminarios o conventos también son invitados a tener un tiempo de descanso y vacaciones dentro del proceso que llevan adelante. La tierna atención de Jesús para con sus amigos está siempre: << Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco>> (Mc 6, 31)

Es un tiempo para cortar el ritmo ordinario de estudio, trabajo pastoral, compromisos formativos y llevar a Jesús en los lugares donde se escuchó el eco de su voz: en la casa, en el barrio y con los amigos, en la comunidad de origen; y redescubrir en ellos, agradecidos, la vocación recibida.

Será una pausa para celebrar la vida, desde la felicidad que brota del domingo de la eucaristía, desde la alegría del evangelio que no deberá faltar en la mochila y del entusiasmo por los nuevos desafíos que deberán plantearse para el siguiente tramo del camino, para seguir diciendo que sí al Señor.