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Editorial del Mes
Gloria a Dios y paz a nuestro pueblo

Viernes 01 de Diciembre de 2023

Diác. Farud Ignacio Bríñez, SSP

Porque una criatura nos ha nacido, un hijo se nos ha dado… y se llamará su nombre «Maravilla de Consejero», «Dios Fuerte», «Siempre Padre», «Príncipe de Paz». Grande es su señorío, y la paz no tendrá fin.
Los anteriores títulos utilizados por el profeta Isaías (9, 5-6) para representar al Dios hecho hombre, manifiestan no solo la grandeza de Jesucristo, sirven también para introducir a los cristianos católicos al tiempo del Adviento y de la Navidad. Tiempos en los que con profunda alegría la tradición cristiana celebra el misterio más grande ocurrido en la historia de la humanidad: La Palabra se hizo carne y puso su Morada entre nosotros (Jn 1, 14).
Tiempos además, en los que la liturgia de la Palabra por medio de un metódico y organizado proceso narra la historia de la salvación de la humanidad para posteriormente describir la plenitud de la Alianza y cumplimiento de la promesa hecha por Dios Padre por medio del envío del verdaderamente Emmanuel, Dios con nosotros. No son fiestas independientes, el Adviento prepara por medio de la vigilancia, la conversión, el testimonio, el servicio y la ayuda al prójimo el nacimiento de Jesús. La Navidad manifiesta la bondad, amor y plenitud del anuncio hecho por Dios a José y María a través del ángel Gabriel: «Concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, al que pondrás el nombre de Jesús» (Lc 1, 31).
Como sociedad argentina, como nuevo pueblo de Dios, nueva ciudad santa y como cristianos, estamos llamados también a encarnar en nuestros corazones al verdaderamente Hombre, yendo a su encuentro permitiéndonos ser orientados por su Palabra y en las distintas celebraciones litúrgicas que se realizarán en estos tiempos de Adviento y Navidad. Dejándonos sorprender por el común pero también milagroso hecho de la vida. Tiempos para vivir junto a seres queridos, amigos y bautizados la Natividad del Mesías, la cual no es solo un aniversario del nacimiento de Jesús, sino, don y entrega absoluta del Dios que se hizo uno con el hombre para que el hombre en Él tenga vida eterna y sea uno también con Dios.
Junto a la gran alegría que nos produce el acontecimiento de la natividad de Jesús, dispongamos nuestro corazón en oración por los nacimientos en el mundo entero, también por los no nacidos y por aquellas personas e instituciones que legitiman y promueven ideas contrarias a la vida. Reconociendo en cada nueva creatura una persona en acto, con derechos y sobre todo alguien creado a imagen y semejanza de Dios.
La Editorial SAN PABLO en Argentina les extiende por medio de la Liturgia cotidiana y a través de sus contenidos su cordial saludo en estos tiempos de alegría y fiesta, deseando a cada uno, encontrar y sentir en sus corazones la ternura y amor del Dios hecho hombre.