En la República Argentina, toda persona medianamente culta conoce el nombre de Fray Mamerto Esquiú, y se sabe, que fue el Orador de la Constitución Nacional, y que tuvo una importante actuación en la historia de nuestro país. Pero no todos conocemos su biografía.

Fray Mamerto Esquiú representó a uno de los héroes de la patria y fue un ejemplo estimulante de todo lo que se puede lograr en la perfección evangélica. En los momentos en que se definía la Argentina como país libre y soberano, exigió el discernimiento y la participación de hombres sabios y virtuosos. Es aquí donde aparece Fray Mamerto Esquiú como prócer y santo. Un modelo de fraile franciscano, de sacerdote misionero, de periodista, legislador y sobre todo de Obispo.

El presente trabajo se hizo con fines de divulgación, donde todo lo que se afirma está respaldado por una extensa bibliografía.

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