Las personas son los grandes dones que Dios hace. Monseñor Zaspe es un don insigne de Dios Padre para todos nosotros. Queremos recordarlo para conservar su historia, que nos ilumina con su verdad, nos consuela y alienta con su amistad y nos orienta con su profecía. Su verdad era Cristo, a Él conoció e imitó.
© Copyright 2024 Editorial SAN PABLO Argentina