En este cambio de época, casi sin darnos cuenta, fuimos perdiendo aquello que sostenía nuestra vida como personas e instituciones. Entramos en lo que se denomina “crisis de los valores”. Estas páginas intentan, por un lado, ayudar a tomar conciencia de nuestra realidad actual; y, por otro, motivan a recuperar algunas de las actitudes, de las conductas y de los compartimientos básicos de la identidad humana y cristiana, a fin de que podamos establecer una sana y armoniosa comunicación con los demás.