Pues médico eres divino, con prodigiosas señales. Líbranos de pestes y males, Roque, santo peregrino. Señorío y noble cuna, te dio en Montpellier el Cielo y en ti gravó tu desvelo claro anuncio su fortuna. Con roja cruz te previno de nacer en los umbrales. Líbranos de peste y males. Roque, santo, peregrino. Amén.
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