Algunas personas son capaces de disfrutar de la vida. Hacen con gusto sus tareas, pero no se angustian si algo no sale como lo han planeado. Tienen sueños y proyectos, pero no permiten que esos planes les quiten la felicidad y la paz. Luchan contra las dificultades, pero saben bien que todo tiene su tiempo, que hay que saber esperar. Otras personas viven volcadas hacia el futuro, anticipándose y tratando de acelerar las cosas. Todo tienen que ser "ya". Esto es una manera de negarse a la vida, de rechazar la realidad, de convertirse en enemigos del presente.
En este libro, encontrarás el camino para que puedas serenarte frente a la realidad y frente a los demás, el camino para sanar la ansiedad y la impaciencia antes de que estas locuras te enfermen el alma y el cuerpo.