Esta “Misa de nuestro Pueblo” nace del ámbito de la piedad popular que se expresa en la devoción a la cruz del Señor de los Milagros de Mailín, que desde hace siglos vertebra la religiosidad del pueblo santiagueño en la Argentina, y cuya devoción en estos últimos años ha comenzado a propagarse por toda América.
Pero esta Misa está también íntimamente vinculada a la problemática que viven nuestros pueblos en su amplia geografía latinoamericana y caribeña, donde son muy importantes las relaciones familiares y la vida cotidiana y vecinal donde la gente procura ganarse la vida con su propio trabajo y sabe compartir los espacios comunitarios de la solidaridad y de la fiesta, donde se profesa un acendrado amor a la tierra, a la patria, a los ancestros y a las creencias y prácticas religiosas.