Description
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Cada cristiano tiene el sagrado deber de llevar la paz y la felicidad por los caminos del mundo, y no puede permitir que nada ni nadie contamine o seque esa paz y esa alegría.
A lo largo de estas páginas, el autor propone que abramos nuestro corazón al Espíritu, para que vaya llenando de una abundante lluvia de paz, como agua pura y cristalina, de modo que podamos inundar los ámbitos en los que nos desenvolvemos, con la presencia pacificadora de Dios.
Autor
Autor
Gustavo E. Jamut
Nº. de páginas
Nº. de páginas
74