Descripción
Descripción
Nuestro Dios es un Dios humano, vulnerablemente humano. Vive, crece, pasa por todos los límites de la existencia y por las necesidades humanas, las pasiones y las emociones, los afectos y los vínculos, el amor y la soledad, el sufrimiento y la tentación, la agonía y la muerte. Eduardo Casas nos propone descubrir, a través de los libros bíblicos, los múltiples vínculos que se pueden encontrar entre el Dios herido –creador y redentor que muestra sus cicatrices- y el mundo caído, herido y redimido. El autor buscó y halló, en la objetividad de la herida de Dios, “el punto de inflexión entre el hacer y el ser, la esperanza y la intimidad”, y nos invita, con actitud de misericordia, a realizar el viaje hacia la curación de las malas heridas del desamor por la acción de la buena herida del amor.
Autor
Autor
Eduardo Casas
Nº. de páginas
Nº. de páginas
250