Descripción
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Dios de todo consuelo,
Padre misericordioso,
que ves en lo secreto y conoces
nuestras necesidades, que alimentas
los pájaros del cielo
y vistes los lirios del campo,
te pedimos, por intercesión
de san Cayetano,
que no des fuerza para
arrepentirnos de nuestros pecados
de modo que, viviendo en amistad
con Dios y con nuestros hermanos,
no nos falte el pan y el trabajo
de cada día.
Autor
Autor
Sergio Zalba
Nº. de páginas
Nº. de páginas
32